Monday, December 29, 2008

Tassie

–Pon atención Luna, porque la próxima vez que esta historia sea contada tus hijos la oirán de tus labios.
–Pero tío yo nunca voy a tener hijos.
–Jaja es lo que todos decimos alguna vez y mira aquí estamos.
–Pero yo seré diferente.
–Bueno eso ya lo veremos, ahora recuéstate y disfruta de las estrellas que no tenemos noches como esta en la ciudad.
–Tío, sigo esperando mi historia.
–¡Oh! Perdón ya lo había olvidado, a ver ¿dónde nos quedamos?
–Ni siquiera has empezado.
–Que bueno, el inicio es mi parte favorita.
–¡Tío!
–Ok, ok.

En un lugar muy alejado al final del mundo había una isla con forma de demonio llamada Tasmania.

–Tío, no quiero oír otra de tus historias de demonios o monstruos.
–Bueno a ver entonces.

En un lugar muy alejado al final del mundo había una pequeña isla con forma de borreguito llamada Tassie. La gente en Tassie vivía sin la necesidad de televisión, videojuegos o teléfonos “¿y no se aburrían sin televisión?” claro que no, podían salir a caminar al bosque y escuchar a los árboles cantar, ir a la playa y jugar con los delfines o mirar a los animales formados de estrellas corretear en el firmamento. Déjame continuar. En la isla vivía Alicia una niña de ocho años a quien le encantaba caminar por el bosque hasta la playa y ver a los wallabies en las estrellas. Todos los niños en Tassie tenían un animal favorito y a menudo se reunían sobre grandes y altas rocas en la playa a ver a los animales en el cielo, y se trataban de convencer unos a otros sobre cual era el mejor de todos. Hoy era una de esas noches. “El canguro salta más alto” dijo Jacobo. “Pero ninguno puede dormir más que un Koala” respondió Vibian. A pesar de los esfuerzos de Jacobo, el Koala era el favorito de la semana, pues llevaba dormido más de un mes colgado de una estrella; sin embargo, nadie pudo convencer a Alicia sobre la supremacía del Koala y se fueron a ver quien podía quedarse dormido más tiempo colgado de una rama, dejando a Alicia sola en las rocas viendo a un wallabi dar pequeños saltos de una estrella a otra.

Todos en Tassie amaban tomar largas caminatas por el bosque y a menudo organizaban exploraciones que duraban semanas enteras. Perderse en Tassie no era un problema, bastaba con esperar el anochecer y dejarse guiar por los animales formados de estrellas para volver a casa.

Un día llego a Tassie un señor que venía de una compañía transnacional. Alicia no sabía donde se encontraba el país Compañía Transnacional, pero debía ser un país muy rico e importante pues su papá decía que estaba en todas partes. Todos en Tassie hablaban de él y su fabuloso invento: la estrellújula. Gracias a la estrellujúla, si te perdías ya no tenias que esperar al anochecer, pues esta te ayudaba a encontrar el camino en cualquier momento. Pronto todos en Tassie querían tener una estrellújula y el señor de Compañía Transnacional abrió una fabrica de estrellújulas en Tassie. La idea de una nueva fabrica en Tassie emocionó a Alicia bastante ya que sólo había dos fabricas en Tassie: una de chocolates y la otra de queso. Visitar las fabricas era siempre divertido y delicioso.

Cada mes la fabrica lanzaba un nuevo modelo de estrellújula que era más preciso y más bonito que el anterior y todos tiraban su vieja estrellújula y compraban una nueva. Pronto se empezaron a organizar concursos en los cuales la gente se perdía en el bosque y el primero en regresar usando su estrellújula ganaba una estrellújula edición especial que sólo podías conseguir ganando uno de esos concursos. Compañía Transnacional anunció el lanzamiento de una nueva y sofisticada estrellújula con la que era imposible perderse se llamaba GPS (Global Positioning Star) y una vez más todos tiraron sus viejas estrellújulas y compraron sin demora un flamante GPS.

Rápidamente incluso los amigos de Alicia consiguieron su GPS y dejaron de ir con ella a la playa a ver a los wallabies. El animal favorito de la semana dejó de existir. Ahora los niños se reunían en las tiendas de GPSs a ver los nuevos modelos y discutir sobre cual era el mejor.

Alicia al no tener con quien jugar, le pidió a su papá un GPS para poder unirse a los demás niños y después caminó a la playa a despedirse de los walabies. “Le diré adiós a los walabis y después les mostrare mi nuevo GPS a los demás” se decía Alicia a si misma mientras llegaba a la playa. La noche era clara y hermosa como todas las demás en Tassie, pero para sorpresa de Alicia, no había estrellas en el firmamento. La luna brillaba sola y triste en el cielo. En sus ocho años de vida nunca había visto nada parecido. “Los animales deben de estar jugando un nuevo juego” pensó Alicia y un poco desanimada corrió a la tienda de Compañía Transnacional a que sus amigos le enseñaran como usar su nuevo GPS.

El GPS de Alicia era viejo y anticuado. “¿Cómo es que tu papá te compró el modelo de hace un mes?” Le preguntaban sus amigos a Alicia mientras le mostraban folletos del nuevo modelo, y le hablaban de números y estadísticas comparativas entre modelos. Alicia pronto se aburrió pues no entendía nada de lo que sus amigos hablaban y no veía la necesidad de las estrellújulas o los GPSs si sus amigos ya nunca iban a la playa a ver a los animales y por lo tanto nunca se perdían.

Desilusionada Alicia regreso a la playa a buscar a los animales pero en su intento se perdió en el bosque. Está vez no había animales en las estrellas para ayudarla pero recordó que traía consigo su GPS. Tal vez no era el último modelo pero de algo había de servir. “Si tan sólo supiera como usarlo”. Se decía Alicia. Media hora paso, la noche se puso fría y Alicia aun no sabía ni siquiera como encender su GPS, y triste y enojada lo aventó contra un árbol. La carátula del GPS se rompió y una luz empezó a salir de él justo antes de que explotara iluminando por un segundo todo el bosque mientras la estrella recién liberada se abría paso hacia el cielo.

Alicia no podía creer lo que acababa de ver. “¡Es por eso que no hay estrellas, el señor de Compañía Transnacional las metió en sus aparatos!” Exclamó Alicia y regresó a su casa con la ayuda de la estrella que accidentalmente liberó, y le dijo a sus papas lo que pasaba. Alicia y su familia trataron de decirle a todo el mundo lo que pasaba pero nadie les creyó su historia.

Alicia estaba muy triste por que nadie le creía y ahora sus amigos ni siquiera le hablaban por que quería destruir todos los GPSs “¡envidiosa, sólo dices esas cosas por que tú no tienes el último modelo!” le gritaban todos los niños al verla. Cada noche Alicia regresaba llorando a su casa y le contaba a sus papas las cosas horribles que le decían los otros niños. Sus padres la consolaban y los tres cenaban en la terraza viendo la única estrella que brillaba solitaria en el cielo.

La Navidad llego y el señor de Compañía Transnacional hizo construir un árbol de Navidad gigante en la plaza principal donde toda Tassie celebraría la Navidad con un gran intercambio de regalos lo cual era muy aburrido pues todos sabían lo que iban a recibir: el más nuevo y avanzado GPS. El papá de Alicia cansado de ver llorar a diario a su pobre hija una noche antes del intercambio saboteo el árbol de tal forma que este cayera al menor empujón. Y el día del intercambio mientras el señor de Compañía Transnacional daba su discurso y les hablaba a todos de las fabulosas características del modelo de edición especial de año nuevo el papá de Alicia subió a empujones al escenario, le arrebató el micrófono al señor de Compañía Transnacional e intentó decirle a todos una vez más lo que pasaba. La gente lo abucheó y dos guardias subieron por él al escenario, pero justo antes de que lo capturaran brincó contra el árbol y este cayó encima de todos los regalos. Los GPSs comenzaron a estallar y después una lluvia de estrellas salió de la tierra con dirección al cielo y todos disfrutaron de una noche estrellada una vez más.

Espero les haya gustado el cuento, lo escribi mietras viajaba por Tasmania hace ya algunos meses. Aun no he tenido chance de subir nada de Singapore, Malasia o Tailandia pero en cuanto pueda ya lo veran en el blog. Por el momento ando en Tailandia y festejaremos el ano nuevo en Bangkok. Algo interesante aqui es que celebraremos un feliz ano 2552 ya que acorde con el calendario de Tailandia estamos en el 2551, que son 543 anos de diferencia. Esto es por que su calendario empieza apartir de la muerte de Buddha.

Un abrazo a todos y feliz ano 2552!

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